sábado, 1 de septiembre de 2007

PORQUE YO LO MANDO...


Una de las cosas que más fastidian en la vida, es que te despidan del trabajo. La mayoría de veces ocurre porque no soportas al típico jefe inútil que has tenido la mala suerte de tener.

Y es que existen jefecillos que lo único que saben es mandar, porque están vacíos por dentro. Sus cerebros son tan pequeños, que solo son capaces de recordar el significado de una palabra "mandar". Luego pasa lo que pasa, que tu sales de la empresa cabreado porque el inepto de turno te ha echado. Así que decides hacer como un buen hombre, que harto del dictador de la cabeza hueca, en su ultimo día de trabajo decidió quemarle el coche. Ahora seguro que muchos de ustedes dirán, "cuantas veces he deseado hacerle eso al tío ese que me manda". Eso si, no quiero promover la violencia, pero que a todos se nos puede caer un litro de gasolina con una cerilla encendida. Son accidentes que ocurren, ¿a quien no le ha pasado alguna vez algo así?

Pero no todos los jefes son malos, los hay que son el demonio directamente. Que entre que son malos a más no poder y su mujer le pone los cuernos porque ni ella le aguanta, se convierten en clones del demonio. El rabo ya les viene de serie, aunque en algunos casos más que rabo tienen algo parecido a lo que se le queda a los perros cuando se lo cortan.

Y es que hay gente que se transforma cuando le dan un cargo de jefe. Personas que pasan de simpáticas a engrosar la lista de hombres con el coche quemado. No se conforman con mandarte, ellos buscan tus puntos débiles para hundirte. Yo tengo la teoría de que son así, porque en casa la mujer le lleva a raja tabla. Si son los típicos calzonazos que son en el trabajo lo que no le dejan ser en casa. Ya se sabe en casa calzonazos en el trabajo cabr... bueno lo que tiene la misma terminación...

Pero tranquilos, porque 1 de cada millón son buenos. Un amigo mío tiene a uno de ellos, lleva una foto de el en la cartera. Dice que así cuando sea viejo se la enseñara a sus nietos, y les dirá "vuestro abuelo conoció a un buen jefe". Porque la gente ya saben que es muy mala, y luego lo tratarían de loco.

Por lo visto es tan bueno, que en algunas ocasiones hasta le deja opinar. El otro día sin ir mas lejos, entró a su oficina y le pregunto:

Jefe: ¿Que te parece si despido a tu compañero?

Amigo: Pues bien, no sé como usted vea.

Jefe: Gracias, me gusta que mis empleados participen en mis decisiones. Tu opinión me ha acabado de convencer, se comerá el turrón en el inem...

Para que vean lo bueno que es, ¡le deja hasta opinar!

Lo peor que tienen es que aparte de creérselo demasiado, cuando empiezan a ganar dinero piensan que son alguien. Antes los veías con la camiseta lacoste del mercadillo, que el cocodrilo parecía una lagartija callejera. Y ahora visten las mejores galas, para que veas que tiene mucho dinero. Que eso para ellos es lo importante, que veamos que tienen dinero. Quizás con el tiempo lo puedan gastar en un alargador de cerebro. Quien sabe si existen los de penes, los cerebro estarán al caer. Con tanto jefe necesitándolo...

Ojala algún día sea jefe y pueda sentir lo que se les pasa por la cabeza. Aunque pensándolo bien, yo nunca podré ser jefe. ¿Saben porque? Pues porque no se ha inventando un encogedor de cerebro. Como ven la humildad es mi fuerte... uy quizás si sirva para jefe...

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