martes, 19 de junio de 2007

CAMINANTE NO HAY CAMINO...

Hoy estoy cansado, me duelen los pies una barbaridad. Hoy he descubierto el significado de la palabra caminar, es que señoras y señores hoy he ido por primera vez a un ikea. Y mira que me advirtieron, el otro día un amigo mío que se hizo el camino de santiago desde Francia me decía que ikea era peor. Se ve que no iba ni por la mitad de la tienda y tuvo que ir una ambulancia a recogerle. Porque por lo visto, según me contó otro amigo, ikea es una palabra típica sueca, que en castellano significa algo así como camino infinito.

Bueno como les iba contando, hoy fue la primera vez que entre a esta tienda. Y al principio todo iba bien, pero al rato empecé a mosquearme al ver que el largo pasillo no acababa. Así que me dispuse a buscar a alguien de amarillo que me indicara que estaba pasando, pero lo único amarillo que encontré fue un chino con la cámara de fotos, que imagino que al ser tan grande este sitio debe tener una conexión subterránea con plaza Cataluña o incluso el park guell. Pero lo que me pareció más raro es que la generalitat no hubiera puesto peajes en ikea, porque en una tienda con tantos kilómetros, un peaje entre sección y sección iría bien. Yo mientras iba andado ya me imaginaba con mi teletac colgado en forma de pin, y una barrera que me diera paso de la sección de sofás a la de librerías y así sucesivamente. Pero por lo visto la generalitat no ha caído en esto…pero todo se andará, nunca mejor dicho.

Durante mi largo paseo por ese camino sin fin, descubrí que ikea te amuebla un piso de apenas 15 m2 de una forma tan espectacular, que hasta te entra ganas de comprarte uno, solo para comprobar si es verdad que todo aquello cabe en 15 metros. Una litera con sofá cama debajo, la tele en la pared, la cocina compartiendo sitio con el lavabo. Vamos que te podías freír unos huevos mientras te relajabas leyendo una revista sentado en el wc haciendo hueco para la cena, y apoyando los pies en el magnifico sofá cama, contemplando eso si de reojo el telediario de Matías Prats que hoy dedica un espacio a las grandes mansiones. Vamos un lujo de piso.

Pero la gran incógnita de ikea, es ¿Dónde están los carros? Yo seguía mi trayecto, mientras recordaba el tema de manolo escobar y por primera vez en mi vida, entendiendo lo que sufrió aquel hombre buscando su carro. 4 mantas, 3 cojines, una alfombra…aquella bolsa amarilla suplicaba ayuda. Y los carros no aparecían…pero cuando todo parecía perdido, encontré el final del camino ¡UNAS ESCALERAS! La ilusión me duró poco cuando ví un cartel que ponía planta baja sección de complementos. ¿Complementos? Y lo que llevo en la bolsa ¿que son armarios con forma de manta o que? Baje indignado, cuando los vi a ellos, mi corazón comenzó a latir con fuerza, mi pies habían encontrado un motivo para seguir caminando, ¡¡los carros habían aparecido!!!.

Pero como me temía, me esperaba aun un duro viaje, y lo peor de todo no había ni un albergue para poder descansar durante unas horas. Aquello era inhumano, pero estaba rodeado de gente que sonreía. Tras horas y horas llegue a un almacén ¡¡era el final!!. Allí era donde se encontraba la litera y el sofá cama. Pero sorprendentemente ocupaba muy poco espacio, había un cartel grande que decía “en ikea reducimos al máximo los productos para una mayor comodidad en el transporte”. Claro una mayor comodidad, el paquete era pequeño si, pero pesaba 150 kilos! ¿Quién no va cómodo con una caja de 150 kilos?. Ahora entiendo porque no había nadie de amarillo, claro estaban tan hartos de levantar comodas cajas de 150kg, que seguro que los tenían a todos descargando los camiones a pulso.

Así, que pase por caja, pague y llegó el momento del hot-dog. O lo que es lo mismo el perrito caliente. Cuando me lo dieron dude, porque era una salchicha de 20 cm y un trozo de pan de 3. Al rato ya caí, y es que claro ikea para hacer mas cómodo el trayecto del perrito caliente a la boca del cliente, habían desmontado el pan en muchas partes y venia dentro de la salchicha. Si es lo que tiene ikea, que empieza a reducir y no sabes que te llevas a casa si un perrito caliente o un armario.

Sea como sea, lo que me quedó claro es que se tarda más en recorrer ikea, que en ir en un tren de Renfe de sants a paseo de gracia. ¿Qué no se lo creen? Pues vayan un día a ikea y acabaran amando a Renfe….

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