domingo, 15 de julio de 2007

SUDANDO UN RATO...

La sequía es uno de los problemas más grande que tenemos hoy en día. Pero yo no entiendo dónde gastamos tanta agua, seguro que en la ducha no. Porque solo hay que viajar en transporte publico, para ver que hay mucha gente que no sabe lo que es el jabón. Si si, vamos de estos que están a 300 metros de ti, y desde lejos ya hueles algo raro. Pero por lo visto esto no pasa solo en España, en Alemania fue la policía a la casa de un señor que pensaban que estaba muerto. Un vecino se quejo porque allí olía como a muerto y hacia días que no salía de casa. Al final resultó que eran los pies de este hombre los que olían como a muertos.

Y es que los pies es una zona que tenemos que cuidarla mucho, sobretodo lavarla. Porque tú estas en una zapatería probándote unas bambas, y de repente empiezas a notar que tu nariz se encoge y hace movimientos. La alarma radiactiva acaba de encenderse en tu olfato, en esa zapatería algo huele mal. Así que disimuladamente intentas mirar de reojo a tu alrededor, poco a poco sin que se note. Y al momento ves al culpable, un señor de unos 50 años que ha decidido que hoy es el día ideal para probarse unas chanclas nuevas para el verano. Y lo ha decidido justo el día en el que le huelen más los pies, y claro para probárselas necesita quitarse los zapatos y los calcetines. De repente ves como los clientes empiezan a desmayarse uno tras otro. Y allí estas tu aguantando como un campeón, pidiendo la botella de oxigeno ya que tu cuerpo no puede más. Entonces te das cuenta que aquel señor es de los que no sudan la camiseta, la empapan. Tiene toda la espalda mojada y con uno de sus dedos intenta sacar petróleo en su nariz. Una nariz que por lo visto es inhume a los ataques nucleares.
Después de 4 chanclas aquel señor decide marchar, mientras una patrulla de la guardia urbana aparece en la tienda de calzado. Total12 asfixiados y yo que medio inconciente intento relatar lo allí ocurrido. Y todo por no ducharse bien...

Yo soy el primero que me preocupo por el agua, pero también hay que mirar por la salud de la gente. Porque después de salir de la zapatería me subí al autobús y no sé porque extraña razón, pero yo sabia que ese día iba a ser el peor de mi vida. Y al subir lo confirme, el aire acondicionado no funcionaba. Imagínense medio inconciente que venia de la zapatería y ahora me toca luchar con el olor corporal de los viajeros de aquel vehiculo de calor humano. Por suerte me toco unas chicas que parecía que no eran de las que sudaban, hasta que una levanto un brazo.
¡Que de pelos! no había visto tantos en una mujer desde que vi salir a la pantoja de la cárcel enseñando ese bigote que ella tiene. Madre mía, luego dicen que el amazonas esta en peligro, claro esa chica ha robado los árboles y los ha plantado en su sobaco. Así que ya se pueden imaginar que olor desprendía, y por detrás tenia a un hombre que llevaba chaqueta con 35 grados que hacia.

Mi cabeza no dejaba de dar vueltas y las lagrimas se me caían de los ojos. Parecía que estaba pelando una cebolla. Cada vez subía más y más gente, el olor era comparable al de 100 calcetines sudados, de esos que hace 2 semanas que no te los cambias. Así que decidí bajarme en la siguiente para. Con la mala suerte de que el timbre no funciona. Comencé a gritar "¡socorro!" Pidiendo al conductor que parara y cuando estaba al borde del desmayo, aquel hombre decidió parar ya que la chica del sobaco peludo se lo había pedido.

¡3 kilometros tube que andar para llegar a casa!, asi que imaginense como estaba mi cuerpo. Todos los rayos solares habian llegado a mi sin ninguna compasion. Iba dejando un rastro en el suelo, del sudor que desprendia. La gente se apartaba al olerme. Y al fin llegue, me duche y decidi que si hace falta lavaré la ropa 3 veces al dia...todo sea por no acabar en un deposito de cadaveres por oler a sudor...

No hay comentarios: